Oficina de enlace del Gran Ayatolá Sayyid Ali Al Sistani (L.M.H.L) en Londres, Europa, América del Norte y del Sur.
¡Por los corceles jadeantes, (1)
que hacen saltar chispas, (2)
cargan el alba, (3)
levantando, así, una nube de polvo (4)
y rompen a través de una hueste! (5)
El hombre, en verdad, es muy desagradecido con su Señor, (6)
y él es, sí, testigo de ello. (7)
Y ama ardientemente, sí, los bienes terrenales. (8)
¿No sabe, acaso, que cuando lo que hay en las sepulturas sea vuelto al revés (9)
y se haga público lo que hay en los pechos, (10)
ese día, su Señor estará, ciertamente, bien informado de ellos? (11)