Oficina de enlace del Gran Ayatolá Sayyid Ali Al Sistani (L.M.H.L) en Londres, Europa, América del Norte y del Sur.
khy´s. (1)
Recuerdo de la misericordia que tu Señor tuvo con Su siervo Zacarías. (2)
Cuando invocó interiormente a su Señor. (3)
Dijo: «¡Señor! Se me han debilitado los huesos, mis cabellos han encanecido. Cuando Te he invocado, Señor, nunca me has decepcionado. (4)
Temo la conducta de mis parientes a mi muerte, pues mi mujer es estéril. Regálame, pues, de Ti un descendiente, (5)
que me herede a mí y herede de la familia de Jacob, y ¡haz, Señor, que él Te sea agradable!» (6)
«¡Zacarías! Te anunciamos la buena nueva de un muchacho que se llamará Juan, sin homónimos en el pasado». (7)
«¡Señor!» dijo «¿Cómo puedo tener un muchacho, siendo mi mujer estéril y yo un viejo decrépito?» (8)
«Así será», dijo. «Tu Señor dice: ´Es cosa fácil para Mí. Ya te he creado antes cuando no eras nada´». (9)
Dijo: «¡Señor! ¡Dame un signo!» Dijo: «Tu signo será que, estando sano, no podrás hablar a la gente durante tres días». (10)
Entonces, salió del Templo hacia su gente y les significó que debían glorificar mañana y tarde. (11)
«¡Juan! ¡Coge la Escritura con mano firme!» Y le otorgamos el juicio cuando aún era niño, (12)
así como ternura de Nosotros y pureza. Y fue temeroso de Alá (13)
y piadoso con sus padres; no fue violento, desobediente. (14)
¡Paz sobre él el día que nació, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida! (15)
Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente. (16)
Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Le enviamos Nuestro Espíritu y éste se le presentó como un mortal acabado. (17)
Dijo ella: «Me refugio de ti en el Compasivo. Si es que temes a Alá...» (18)
Dijo él: «Yo soy sólo el enviado de tu Señor para regalarte un muchacho puro». (19)
Dijo ella: «¿Cómo puedo tener un muchacho si no me ha tocado mortal, ni soy una ramera?» (20)
«Así será», dijo. «Tu Señor dice: ´Es cosa fácil para Mí. Para hacer de él signo para la gente y muestra de Nuestra misericordia´. Es cosa decidida». (21)
Quedó embarazada con él y se retiró con él a un lugar alejado. (22)
Entonces los dolores de parto la empujaron hacia el tronco de la palmera. Dijo: «¡Ojalá hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo...!» (23)
Entonces, de sus pies, le llamó: «¡No estés triste! Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyuelo. (24)
¡Sacude hacia ti el tronco de la palmera y ésta hará caer sobre ti dátiles frescos, maduros! (25)
¡Come, pues, bebe y alégrate! Y, si ves a algún mortal, di: ´He hecho voto de silencio al Compasivo. No voy a hablar, pues, hoy con nadie´» (26)
Y vino con él a los suyos, llevándolo. Dijeron: «¡María! ¡Has hecho algo inaudito! (27)
¡Hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malo, ni tu madre una ramera». (28)
Entonces ella se lo indicó. Dijeron: «¿Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño?» (29)
Dijo él: «Soy el siervo de Alá. Él me ha dado la Escritura y ha hecho de mí un profeta. (30)
Me ha bendecido dondequiera que me encuentre y me ha ordenado la azalá y el azaque mientras viva, (31)
y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho violento, desgraciado. (32)
La paz sobre mí el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida». (33)
Tal es Jesús hijo de María, para decir la Verdad, de la que ellos dudan. (34)
Es impropio de Alá adoptar un hijo. ¡Gloria a Él! Cuando decide algo, le dice tan sólo: «¡Sé!» y se. (35)
Y: «Alá es mi Señor y Señor vuestro. ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta». (36)
Pero los grupos discreparon unos de otros. ¡Ay de los que no hayan creído, porque presenciarán un día terrible! (37)
¡Qué bien oirán y verán el día que vengan a Nosotros! Pero los impíos están hoy, evidentemente, extraviados. (38)
¡Prevénles contra el día de la Lamentación, cuando se decida la cosa! Y ellos, entre tanto, están despreocupados y no creen. (39)
Nosotros heredaremos la tierra y a sus habitantes. Y a Nosotros serán devueltos. (40)
Y recuerda en la Escritura a Abraham. Fue veraz, profeta. (41)
Cuando dijo a su padre: «¡Padre! ¿Por qué sirves lo que no oye, ni ve, ni te sirve de nada? (42)
¡Padre! He recibido una ciencia que tú no has recibido. ¡Sígueme, pues, y yo te dirigiré por una vía llana! (43)
¡Padre! ¡No sirvas al Demonio! El Demonio se rebeló contra el Compasivo. (44)
¡Padre! Temo que te alcance un castigo del Compasivo y que te hagas, así, amigo del Demonio». (45)
Dijo: «Abraham! ¿Sientes aversión a mis dioses? Si no paras, he de lapidarte. ¡Aléjate de mí por algún tiempo!» (46)
Dijo: «¡Paz sobre ti! Pediré por tu perdón a mi Señor. Ha sido benévolo conmigo. (47)
Me aparto de vosotros y de lo que invocáis en lugar de invocar a Alá, e invoco a mi Señor. Quizá tenga suerte invocando a mi Señor». (48)
Cuando se apartó de ellos y de lo que servían en lugar de servir a Alá, le regalamos a Isaac y a Jacob e hicimos de cada uno de éstos un profeta. (49)
Les regalamos de Nuestra misericordia y les dimos una reputación buenísima. (50)
Y recuerda en la Escritura a Moisés. Fue escogido. Fue enviado, profeta. (51)
Le llamamos desde la ladera derecha del monte e hicimos que se acercara en plan confidencial. (52)
Por una misericordia Nuestra, le regalamos como profeta a su hermano Aarón. (53)
Y recuerda en la Escritura a Ismael. Fue cumplidor de su promesa. Fue enviado, profeta. (54)
Prescribía a su gente la azalá y el azaque, y fue bien visto de su Señor. (55)
Y recuerda en la Escritura a Idris. Fue veraz, profeta. (56)
Le elevamos a un lugar eminente. (57)
Éstos son los que Alá ha agraciado entre los profetas descendientes de Adán, entre los que llevamos con Noé, entre los descendientes de Abraham y de Israel, entre los que dirigimos y elegimos. Cuando se les recitan las aleyas del Compasivo, caen prosternados llorando. (58)
Sus sucesores descuidaron la azalá, siguieron lo apetecible y terminarán descarriándose. (59)
salvo quienes se arrepientan, crean y obren bien. Ésos entrarán en el Jardín y no serán tratados injustamente en nada, (60)
en los jardines del edén prometidos por el Compasivo a Sus siervos en lo oculto. Su promesa se cumplirá. (61)
No oirán allí vaniloquio, sino «¡Paz!» y tendrán allí su sustento, mañana y tarde. (62)
Ése es el Jardín que daremos en herencia a aquéllos de Nuestros siervos que hayan temido a Alá. (63)
«No descendemos sino por orden de tu Señor. Suyo es el pasado, el futuro y el presente. Tu Señor no es olvidadizo. (64)
Es el Señor de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está. ¡Sírvele, pues, persevera en Su servicio! ¿Sabes de alguien que sea Su homónimo?» (65)
El hombre dice: «Cuando muera, ¿se me resucitará?» (66)
Pero ¿,es que no recuerda el hombre que ya antes, cuando no era nada, le creamos? (67)
¡Por tu Señor, que hemos de congregarles, junto con los demonios, y, luego, hemos de hacerles comparecer, arrodillados, alrededor de la gehena! (68)
Luego, hemos de arrancar de cada grupo a aquéllos que se hayan mostrado más rebeldes al Compasivo. (69)
Además, sabemos bien quiénes son los que más merecen abrasarse en ella. (70)
Ninguno de vosotros dejará de llegarse a ella. Es una decisión irrevocable de tu Señor. (71)
Luego, salvaremos a quienes temieron a Alá, y abandonaremos en ella, arrodillados, a los impíos. (72)
Cuando se les recitan Nuestras aleyas, como pruebas claras, dicen los infieles a los creyentes: «¿Cuál de los dos grupos está mejor situado y frecuenta mejor sociedad?» (73)
¡A cuántas generaciones antes de ellos, que les superaban en bienes y en apariencia, hemos hecho perecer...! (74)
Di: «¡Que el Compasivo prolongue la vida de los que están extraviados, hasta que vean lo que les amenaza: el castigo o la Hora! Entonces verán quién es el que se encuentra en la situación peor y dispone de tropas más débiles». (75)
A los que se dejen dirigir, Alá les dirigirá aún mejor. Las obras perdurables, las obras buenas, recibirán ante tu Señor una recompensa mejor y un fin mejor. (76)
¿Y te parece que quien no cree en Nuestros signos y dice: «Recibiré, ciertamente, hacienda e hijos» (77)
conoce lo oculto o ha concertado una alianza con el Compasivo? (78)
¡No! Antes bien, tomaremos nota de lo que él dice y le prolongaremos el castigo. (79)
Heredaremos de él lo que dice y vendrá, solo, a Nosotros. (80)
Han tomado dioses en lugar de tomar a Alá, para alcanzar poder. (81)
¡No! Negarán haberles servido y se convertirán en adversarios suyos. (82)
¿No ves que hemos enviado a los demonios contra los infieles para que les instiguen al mal? (83)
¡No te precipites con ellos, que les contamos los días! (84)
El día que congreguemos hacia el Compasivo a los temerosos de Alá, en grupo, (85)
y conduzcamos a los pecadores, en masa, a la gehena, (86)
no dispondrán de intercesores sino los que hayan concertado una alianza con el Compasivo. (87)
Dicen: «El Compasivo ha adoptado un hijo». (88)
Habéis cometido algo horrible, (89)
que hace casi que los cielos se hiendan, que la tierra se abra, que las montañas caigan demolidas, (90)
por haber atribuido un hijo al Compasivo, (91)
siendo así que no le está bien al Compasivo adoptar un hijo. (92)
No hay nadie en los cielos ni en la tierra que no venga al Compasivo sino como siervo. (93)
Él los ha enumerado y contado bien. (94)
Todos vendrán a Él, uno a uno, el día de la Resurrección. (95)
A quienes hayan creído y obrado bien, el Compasivo les dará amor. (96)
En verdad, lo hemos hecho fácil en tu lengua, para que anuncies con él la buena nueva a los que temen a Alá y para que adviertas con él a la gente pendenciera. (97)
¡A cuántas generaciones antes de ellos hemos hecho perecer! ¿Percibes a alguno de ellos u oyes de ellos un leve susurro? (98)