Oficina de enlace del Gran Ayatolá Sayyid Ali Al Sistani (L.M.H.L) en Londres, Europa, América del Norte y del Sur.
¡Bienaventurados los creyentes, (1)
que hacen su azalá con humildad, (2)
que evitan el vaniloquio, (3)
que dan el azaque, (4)
que se abstienen de comercio carnal, (5)
salvo con sus esposas o con sus esclavas en cuyo caso no incurren en reproche, (6)
mientras que quienes desean a otras mujeres, ésos son los que violan la ley-, (7)
que respetan los depósitos que se les confían y las promesas que hacen, (8)
que observan sus azalás! (9)
Ésos son los herederos (10)
que heredarán el paraíso, en el que estarán eternamente. (11)
Hemos creado al hombre de arcilla fina. (12)
Luego, le colocamos como gota en un receptáculo firme. (13)
Luego, creamos de la gota un coágulo de sangre, del coágulo un embrión y del embrión huesos, que revestimos de carne. Luego, hicimos de él otra criatura. ¡Bendito sea Alá, el Mejor de los creadores! (14)
Luego, después de esto, habéis de morir. (15)
Luego, el día de la Resurrección, seréis resucitados. (16)
Encima de vosotros, hemos creado siete cielos. No hemos descuidado la creación. (17)
Hemos hecho bajar del cielo agua en la cantidad debida y hecho que cale la tierra. Y también habríamos sido bien capaces de hacerla desaparecer. (18)
Por medio de ella os hemos creado palmerales y viñedos en los que hay frutos abundantes, de los que coméis. (19)
Y un árbol que crece en el monte Sinaí y que produce aceite y condimento para la comida. (20)
Tenéis, ciertamente, en los rebaños motivo de reflexión: os damos a beber del contenido de sus vientres, deriváis de ellos muchos beneficios, coméis de ellos. (21)
Ellos y las naves os sirven de medios de transporte. (22)
Enviamos Noé a su pueblo y dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él. ¿Y no Le temeréis?» (23)
Los dignatarios del pueblo, que no creían, dijeron: «Éste no es sino un mortal como vosotros, que quiere imponerse a vosotros. Si Alá hubiera querido, habría hecho descender a ángeles. No hemos oído que ocurriera tal cosa en tiempo de nuestros antepasados. (24)
No es más que un poseso. ¡Observadle durante algún tiempo!» (25)
«¡Señor!» dijo: «¡Auxíliame, que me desmienten!» (26)
Y le inspiramos: «¡Construye la nave bajo Nuestra mirada y según Nuestra inspiración ! Y cuando venga Nuestra orden y el horno hierva, haz entrar en ella a una pareja de cada y a tu familia, salvo a aquél de ellos cuya suerte ha sido ya echada. ¡Y no me hables de los que hayan obrado impíamente! ¡Van a ser anegados! (27)
Cuando tú y los tuyos estéis instalados en la nave, di: ´¡Alabado sea Alá, Que nos ha salvado del pueblo impío!´ (28)
Y di: ´¡Señor! ¡Haz que desembarque en un lugar bendito! Tú eres Quien mejor puede hacerlo´ (29)
Ciertamente, hay en ello signos. En verdad, ponemos a prueba...» (30)
Luego, después de ellos, suscitamos otra generación (31)
y les mandamos un enviado salido de ellos: «¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él ¿Y no Le temeréis?» (32)
Pero los dignatarios del pueblo, que no creían y desmentían la existencia de la otra vida y a los cuales habíamos enriquecido en la vida de acá, dijeron: «Éste no es sino un mortal como vosotros, que come de lo mismo que vosotros coméis y bebe de lo mismo que vosotros bebéis». (33)
Si obedecéis a un mortal como vosotros, estáis perdidos. (34)
¿Os ha prometido que se os sacará cuando muráis y seáis tierra y huesos? (35)
¡Está bien lejos de ocurrir lo que se os ha prometido! (36)
¡No hay más vida que la nuestra de acá! Morimos y vivimos, pero no se nos resucitará. (37)
No es más que un hombre, que se ha inventado una mentira contra Alá. No tenemos fe en él. (38)
Dijo: «¡Señor! ¡Auxíliame, que me desmienten!» (39)
Dijo: «Un poco más y se arrepentirán». (40)
El Grito les sorprendió merecidamente y les convertimos en detrito. ¡Atrás el pueblo impío! (41)
Luego, después de ellos, suscitamos otras generaciones. (42)
Ninguna comunidad puede adelantar ni retrasar su plazo. (43)
Luego, mandamos a Nuestros enviados, uno tras otro. Siempre que venía un enviado a su comunidad, le desmentían. Hicimos que a unas generaciones les siguieran otras y las hicimos legendarias. ¡Atrás una gente que no cree! (44)
Luego, enviamos Moisés y su hermano Aarón con Nuestros signos y con una autoridad manifiesta (45)
a Faraón y a sus dignatarios, que fueron altivos. Eran gente arrogante. (46)
Dijeron: «¿Vamos a creer a dos mortales como nosotros, mientras su pueblo nos sirve de esclavos?» (47)
Les desmintieron y fueron hechos perecer. (48)
Dimos a Moisés la Escritura. Quizás, así, fueran bien dirigidos. (49)
Hicimos del hijo de María y de su madre un signo y les ofrecimos refugio en una colina tranquila y provista de agua viva. (50)
«¡Enviados! ¡Comed de las cosas buenas y obrad bien! ¡Yo sé bien lo que hacéis! (51)
Y ésta es vuestra comunidad. Es una sola comunidad. Y Yo soy vuestro Señor. ¡Temedme, pues!» (52)
Pero se dividieron en sectas, con Escrituras, contento cada grupo con lo suyo. (53)
Déjales por algún tiempo en su abismo. (54)
¿Creen que, al proveerles de hacienda y de hijos varones, (55)
estamos anticipándoles las cosas buenas? No, no se dan cuenta. (56)
Los imbuidos del miedo de su Señor, (57)
que creen en los signos de su Señor, (58)
que no asocian a otros dioses a su Señor, (59)
que dan lo que dan con corazón tembloroso, a la idea de que volverán a su Señor, (60)
ésos rivalizan en buenas obras y son los primeros en practicarlas. (61)
No pedimos a nadie sino según sus posibilidades. Tenemos al lado una Escritura que dice la verdad. Y no serán tratados injustamente. (62)
Pero sus corazones están en un abismo respecto a esto y, en lugar de aquellas obras, hacen otras. (63)
Cuando, al fin, inflijamos un castigo a sus ricos, gemirán. (64)
«¡No gimáis hoy, que no se os va a salvar de Nosotros! (65)
Se os recitaban Mis aleyas y vosotros dabais media vuelta, (66)
altivos con él, y pasabais la noche parloteando». (67)
¿Es que no ponderan lo que se dice para ver si han recibido lo que sus antepasados no recibieron? (68)
¿No han conocido, acaso, a su Enviado para que le nieguen? (69)
¿O dicen que es un poseso? ¡No! Ha venido a ellos con la Verdad, pero la mayoría sienten aversión a la Verdad. (70)
Si la Verdad se hubiera conformado a sus pasiones, los cielos, la tierra y los que en ellos hay se habrían corrompido. Nosotros, en cambio, les hemos traído su Amonestación, pero ellos se apartan de su Amonestación. (71)
¿Les pides, acaso, una retribución? La retribución de tu Señor es mejor. Él es el Mejor de los proveedores. (72)
Sí, tú les llamas a una vía recta, (73)
pero quienes no creen en la otra vida se desvían, sí, de la vía. (74)
Si nos apiadáramos de ellos y les retiráramos la desgracia que tienen, persistirían, ciegos, en su rebeldía. (75)
Les infligimos un castigo, pero no se sometieron a su Señor y no se humillaron. (76)
Hasta que abramos contra ellos una puerta de severo castigo y, entonces, sean presa de la desesperación. (77)
Él es Quien ha creado para vosotros el oído, la vista y el intelecto. ¡Qué poco agradecidos sois! (78)
Él es Quien os ha diseminado por la tierra. Y hacia Él- seréis congregados. (79)
Él es Quien da la vida y da la muerte. Él ha hecho que se sucedan la noche y el día. ¿Es que no comprendéis? (80)
Al contrario, dicen lo mismo que dijeron los antiguos. (81)
Dicen: «Cuando muramos y seamos tierra y huesos, ¿se nos resucitará acaso? (82)
Ya antes se nos había prometido esto a nosotros y a nuestros padres. No son más que patrañas de los antiguos». (83)
Di: «¿De quién es la tierra y quien en ella hay? Si es que lo sabéis...» (84)
Dirán: «¡De Alá!» Di: «¿Es que no os dejaréis amonestar?» (85)
Di: «¿Quién es el Señor de los siete cielos, el Señor del Trono augusto?» (86)
Dirán: «¡Alá!» Di: «¿Y no Le teméis?» (87)
Di: «¿Quién tiene en Sus manos la realeza de todo, protegiendo sin que nadie pueda proteger contra Él? Si es que lo sabéis...» (88)
Dirán: «¡Alá!» Di: «Y ¿cómo podéis estar tan sugestionados?» (89)
Vinimos a ellos con la Verdad, pero mienten, si. (90)
Alá no ha adoptado un hijo, ni hay otro dios junto con Él. Si no, cada dios se habría atribuido lo que hubiera creado y unos habrían sido superiores a otros. ¡Gloria a Alá, Que está por encima de lo que cuentan! (91)
El conocedor de lo oculto y de lo patente. ¡Está por encima de lo que Le asocian! (92)
Di: «¡Señor! Si me mostraras aquello con que se les ha amenazado... (93)
¡No me pongas, Señor, con el pueblo impío!» (94)
Nosotros somos bien capaces, ciertamente, de mostrarte aquello con que les hemos amenazado. (95)
Repele el mal con algo que sea mejor Sabemos bien lo que cuentan. (96)
Di: «¡Señor! Me refugio en Ti contra las sugestiones de los demonios. (97)
Me refugio en Ti, Señor, contra su acoso». (98)
Cuando, al fin, viene la muerte a uno de ellos, dice: «¡Señor! ¡Hazme volver! (99)
Quizás, así, pueda hacer el bien que dejé de hacer». ¡No! No son sino meras palabras. Pero, detrás de ellos, hay una barrera hasta el día que sean resucitados. (100)
Y, cuando se toque la trompeta, ese día, no valdrá ningún parentesco, ni se preguntarán unos a otros. (101)
Aquéllos cuyas obras pesen mucho serán los que prosperen. (102)
Aquéllos cuyas obras pesen poco, serán los que se hayan perdido y estarán en la gehena eternamente. (103)
El fuego abrasará su rostro; tendrán allí los labios contraídos. (104)
«¿No se os recitaron Mis aleyas y vosotros las desmentisteis?» (105)
«¡Señor!», dirán, «nuestra miseria nos pudo y fuimos gente extraviada. (106)
¡Señor! ¡Sácanos de ella! Si reincidimos, seremos unos impíos». (107)
Dirá: «¡Quedaos en ella y no Me habléis!» (108)
Algunos de Mis siervos decían: «¡Señor! ¡Creemos! ¡Perdónanos, pues, y ten misericordia de nosotros! ¡Tú eres el Mejor de quienes tienen misericordia!» (109)
Pero os burlasteis tanto de ellos que hicieron que os olvidarais de Mí. Os reíais de ellos. (110)
Hoy les retribuyo por la paciencia que tuvieron. Ellos son los que triunfan. (111)
Dirá: «¿Cuántos años habéis permanecido en la tierra?» (112)
Dirán: «Hemos permanecido un día o parte de un día. ¡Interroga a los encargados de contar!» (113)
Dirá: «No habéis permanecido sino poco tiempo. Si hubierais sabido... (114)
¿Os figurabais que os habíamos creado para pasar el rato y que no ibais a ser devueltos a Nosotros?» (115)
¡Exaltado sea Alá, el Rey verdadero! No hay más dios que Él, el Señor del Trono noble. (116)
Quien invoque a otro dios junto con Alá, sin tener prueba de ello, tendrá que dar cuenta sólo a su Señor. Los infieles no prosperarán (117)
Y di: «¡Señor! ¡Perdona y ten misericordia! ¡Tú eres el Mejor de quienes tienen misericordia!» (118)