Oficina de enlace del Gran Ayatolá Sayyid Ali Al Sistani (L.M.H.L) en Londres, Europa, América del Norte y del Sur.
`lm. (1)
¡Alá! No hay más dios que Él, el Viviente, el Subsistente. (2)
Él te ha revelado la Escritura con la Verdad, en confirmación de los mensajes anteriores. Él ha revelado la Toro y el Evangelio (3)
antes, como dirección para los hombres, y ha revelado el Criterio. Quienes no crean en los signos de Alá tendrán un castigo severo. Alá es poderoso, vengador. (4)
No hay nada en la tierra ni en el cielo que se esconda de Alá. (5)
Él es Quien os forma en el seno como quiere. No hay más dios que Él, el Poderoso, el Sabio. (6)
Él es Quien te ha revelado la Escritura. Algunas de sus aleyas son unívocas y constituyen la Escritura Matriz; otras son equívocas. Los de corazón extraviado siguen las equívocas, por espíritu de discordia y por ganas de dar la interpretación de ello. Pero nadie sino Alá conoce la interpretación de ello. Los arraigados en la Ciencia dicen:«Creemos en ello. Todo procede de nuestro Señor». Pero no se dejan amonestar sino los dotados de intelecto. (7)
¡Señor! ¡No hagas que nuestros corazones se desvíen, después de habernos Tú dirigido! ¡Regálanos, de Ti, misericordia! Tú eres el Munífico. (8)
¡Señor! Tú eres quien va a reunir a los hombres para un día indubitable. Alá no falta a Su promesa. (9)
A quienes no crean, ni su hacienda ni sus hijos les servirán de nada frente a Alá. Ésos servirán de combustible para el Fuego. (10)
Como ocurrió con la gente de Faraón y con los que les precedieron: desmintieron Nuestros signos y Alá les castigó por sus pecados. Alá castiga severamente. (11)
Di a quienes no creen: «Seréis vencidos y congregados hacia la gehena». ¡Qué mal lecho...! (12)
Tuvisteis un signo en las dos tropas que se encontraron: la que combatía por Alá y la otra, infiel, que, a simple vista, creyó que aquélla le doblaba en número. Alá fortalece con Su auxilio a quien Él quiere. Sí, hay en ello motivo de reflexión para quienes tienen ojos. (13)
El amor de lo apetecible aparece a los hombres engalanado: las mujeres, los hijos varones, el oro y la plata por quintales colmados, los caballos de raza, los rebaños los campos de cultivo... Eso es breve disfrute de la vida de acá. Pero Alá tiene junto a Sí un bello lugar de retorno. (14)
Di: «¿Puedo informaros de algo mejor que eso?» Quienes teman a Alá encontrarán junto a su Señor jardines por cuyos bajos fluyen arroyos y en los que estarán eternamente, esposas purificadas y la satisfacción de Alá. Alá ve bien a Sus siervos, (15)
que dicen: «¡Señor! ¡Nosotros creemos! ¡Perdónanos, pues, nuestros pecados y presérvanos del castigo del Fuego!», (16)
pacientes, sinceros, devotos, que practican la caridad y piden perdón al rayar el alba. (17)
Alá atestigua, y con Él los ángeles y los hombres dotados de ciencia, que no hay más dios que Él, Que vela por la equidad. No hay más dios que Él, el Poderoso, el Sabio. (18)
Ciertamente, la Religión, para Alá, es el islam. Aquéllos a quienes se dio la Escritura no se opusieron unos a otros, por rebeldía mutua, sino después de haber recibido la Ciencia. Quien no cree en los signos de Alá,... Alá es rápido en ajustar cuentas. (19)
Si disputan contigo, di: «Yo me someto a Alá y lo mismo hacen quienes me siguen». Y di a quienes recibieron la Escritura y a quienes no la recibieron. «¿Os convertís al islam?», Si se convierten , están bien dirigidos; si vuelven la espalda, a ti sólo te incumbe la transmisión. Alá ve bien a Sus siervos. (20)
Anuncia un castigo doloroso a quienes no creen en los signos de Alá, matan a los profetas sin justificación y matan a los hombres que ordenan la equidad. (21)
Ésos son aquéllos cuyas obras son vanas en la vida de acá y en la otra y no tendrán quienes les auxilien. (22)
¿No has visto a quienes han recibido una porción de la Escritura ? Se les invita a que acepten la Escritura de Alá para que decida entre ellos, pero algunos vuelven la espalda y se van. (23)
Es que han dicho: «El fuego no nos tocará más que por días contados». Sus propias mentiras les han engañado en su religión. (24)
¿Qué pasará cuando les reunamos para un día indubitable y cada uno reciba su merecido? Y no serán tratados injustamente. (25)
Di: «¡Oh, Alá, Dueño del dominio! Tú das el dominio a quien quieres y se lo retiras a quien quieres, exaltas a quien quieres y humillas a quien quieres. En Tu mano está el bien. Eres omnipotente. (26)
Tú haces que la noche entre en el día y que el día entre en la noche. Tú sacas al vivo del muerto y al muerto del vivo. Tú provees sin medida a quien quieres». (27)
Que no tomen los creyentes como amigos a los infieles en lugar de tomar a los creyentes -quien obre así notendrá ninguna participación en Alá-, a menos quetengáis algo que temer de ellos. Al á os advierte quetengáis cuidado con Él. ¡Alá es el fin de todo! (28)
Di: «Lo mismo si escondéis lo que tenéis en vuestros pechos que si lo manifestáis, Alá lo conoce». Y conoce lo que está en los cielos y en la tierra. Alá es omnipotente. (29)
El día que cada uno se encuentre frente al bien y el mal que ha hecho, deseará tener bien lejos ese día. Alá advierte que tengáis cuidado con Él. Alá es manso con Sus siervos. (30)
Di: «Si amáis a Alá ,¡seguidme! Alá os amará y os perdonará vuestros pecados. Alá es indulgente, misericordioso». (31)
Di: «¡Obedeced a Alá y al Enviado!»Si vuelven la espalda,... Alá no ama a los infieles. (32)
Alá ha escogido a Adán, a Noé, a la familia de Abraham y a la de Imran por encima de todos. (33)
Como descendientes unos de otros. Alá todo lo oye. todo lo sabe. (34)
Cuando la mujer de Imran dijo: «¡Señor! Te ofrezco en voto, a Tu exclusivo servicio, lo que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe». (35)
Y cuando dio a luz a una hija, dijo:«¡Señor! Lo que he dado a luz es una hembra -bien sabía Alá lo que había dado a luz- y un varón no es igual que una hembra. Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito Demonio, y también a su descendencia». (36)
Su Señor la acogió favorablemente, la hizo crecer bien y la confió a Zacarías. Siempre que Zacarías entraba en el Templo para verla, encontraba sustento junto a ella. Decía:«María!, ¿de dónde te viene eso?» Decía ella:«De Alá. Alá provee sin medida a quien Él quiere». (37)
Entonces, Zacarías invocó a su Señor diciendo: «¡Señor! ¡Regálame, de Ti, una descendencia buena! Tú escuchas a quien Te invoca». (38)
Los ángeles le llamron cuando, de pie, oraba en el Templo: «Alá te anuncia la buena nueva de Juan, en confirmación de una Palabra que procede de Alá, y que será jefe, abstinente, profeta, de l os justos». (39)
«¡Señor!» dijo, «¿cómo puedo tener un muchacho si soy ya viejo y mi mujer estéril?» Dijo:«Así será. Alá hace lo que Él quiere». (40)
Dijo: «¡Señor! ¡Dame un signo!»Dijo. «Tu signo será que no podrás hablar a la gente durante tres días sino por señas. Recuerda mucho a tu Señor y glorifícale, al anochecer y al alba». (41)
Y cuando los ángeles dijeron:«¡María! Alá te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre todas las mujeres del universo. (42)
¡María! ¡Ten devoción a tu Señor, prostérnate e inclínate con los que se inclinan!» (43)
Esto forma parte de las historias referentes a lo oculto, que Nosotros te revelamos. Tú no estabas con ellos cuando echaban suertes con sus cañas para ver quién de ellos iba a encargarse de María. Tú no estabas con ellos cuando disputaban. (44)
Cuando los ángeles dijeron: «¡María! Alá te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre es el Ungido, Jesús, hijo de María, considerado en la vida de acá y en la otra y será de los allegados. (45)
Hablará a la gente en la cuna y de adulto, y será de los justos». (46)
Dijo ella:«¡Señor! ¿Cómo puedo tener un hijo, si no me ha tocado mortal?» Dijo: «Así será. Alá crea lo que Él quiere. Cuando decide algo, le dice tan sólo: "¡Sé!" y es. (47)
Él le enseñara la Escritura, la Sabiduría, la Tora y elEvangelio». (48)
Y como enviado a los Hijos de Israel: «Os he traído un signo que viene de vuestro Señor. Voy a crear para vosotros, de la arcilla, a modo de pájaros. Entonces, soplaré en ellos y, con permiso de Alá, se convertirán en pájaros. Con permiso de Alá, curaré al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré a los muertos. Os informaré de lo que coméis y de lo que almacenáis en vuestras casas. Ciertamente, tenéis en ello un signo, si es que sois creyentes. (49)
Y en confirmación de la Toraanterior a mí y para declararos lícitas algunas de las cosas que se os han prohibido. Y os he traído un signo que viene de vuestro Señor. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! (50)
Alá es mi Señor y Señor vuestro. ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta». (51)
Pero, cuando Jesús percibió su incredulidad, dijo: «¿Quiénes son mis auxiliares en la vía que lleva a Alá?» Los apóstoles dijeron: «Nosotros somos los auxiliares de Alá. ¡Creemos en Alá! ¡Sé testigo de nuestra sumisión! (52)
¡Señor! Creemos en lo que has revelado y seguimos al enviado. Inscríbenos, pues, entre los que dan testimonio». (53)
E intrigaron y Alá intrigó también. Pero Alá es el Mejor de los que intrigan. (54)
Cuando Alá dijo: «¡Jesús! Voy a llamarte a Mí, voy a elevarte a Mí, voy a librarte de los que no creen y poner, hasta el día de la Resurrección, a los que te siguen por encima de los que no creen. Luego, volveréis a Mí y decidiré entre vosotros sobre aquello en que discrepabais. (55)
A quienes no crean les castigaré severamente en la vida de acá y en la otra. Y no tendrán quienes les auxilien. (56)
En cuanto a quienes crean y obren bien, Él les remunerará debidamente. Alá no ama a los impíos». (57)
Esto te recitamos de las aleyas y de la sabia Amonestación. (58)
Para Alá, Jesús es semejante a Adán, a quien creó de tierra y a quien dijo:«¡Sé!» y fue. (59)
La Verdad viene de tu Señor. ¡No seas, pues, de los que dudan! (60)
Si alguien disputa contigo a este propósito, después de haber sabido tú lo que has sabido, di:«¡Venid! Vamos a llamar a nuestros hijos varones y a vuestros hijos varones, a nuestras mujeres y a vuestra s mujeres, a nosotros mismos y a vosotros mismos. Execrémonos mutuamente e imprequemos la maldición de Alá sobre quienes mientan». (61)
Ésta es la exposición auténtica. No hay ningún otro dios que Alá. Alá es el Poderoso, el Sabio. (62)
Si vuelven la espalda... Alá conoce bien a los corruptores. (63)
Di: «¡Gente de la Escritura !Convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Alá, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Alá». Y, si vuelven la espalda, decid: «¡Sed testigos de nuestra sumisión!» (64)
¡Gente dela Escritura ! ¿Por qué disputáis de Abraham, siendo así que la Tora y el Evangelio no fueron revelados sino después de él? ¿Es que no razonáis? (65)
¡Mirad cómo sois! Disputabais de lo que conocíais. ¿Vais a disputar de lo que no conocéis? Alá sabe, mientras que vosotros no sabéis. (66)
Abraham no fue judío ni cristiano, sino que fue hanif, sometido a Alá, no asociador. (67)
Los más allegados a Abraham son los que le han seguido, así como este Profeta y los que han creído. Alá es el Amigo de los creyentes. (68)
Un grupo de la gente de la Escritura desearía extraviaros; pero a nadie sino a sí mismos extravían y no se dan cuenta. (69)
¡Gente de la Escritura ! ¿Porqué no creéis en los signos de Alá, siendo, como sois, testigos de ellos? (70)
¡Gente de laEscritura ! ¿Por qué disfrazáis la Verdad de falsedad y ocultáis la Verdad conociéndola? (71)
Otro grupo de la gente de la Escrituradice: «¡Creed al comenzar el día en lo que se ha revelado a los que creen y dejad de creer al terminar el día! Quizás, así, se conviertan. (72)
Y no creáis sino a quienes siguen vuestra religión». Di: «La Dirección es la dirección de Alá. Que no se dé a otro lo que se os ha dado a vosotros, que no discutan con vosotros ante vuestro Señor». Di: «El favor está en la mano de Alá, Que lo dispensa a quien Él quiere». Alá es inmenso, omnisciente. (73)
Particulariza con Su misericordia a quien Él quiere. Alá es el Dueño del favor inmenso. (74)
Entre la gente de laEscritura hay quien, si le confías un quintal, te lo devuelve y hay quien, si le confías un dinar, no te lo devuelve sino es atosigándole. Y esto es así porque dicen: «No tenemos por qué ser escrupulosos con los gentiles». Mienten contra Alá a sabiendas. (75)
¡Pues sí! Si uno cumple su promesa y teme a Alá,... Alá ama quienes le temen. (76)
Quienes malvenden la alianza con Alá y sus juramentos no tendrán parte en la otra vida. Alá no les dirigirá la palabra ni les mirará el día de la Resurrección, no les declarará puros y tendrán un castigo doloroso. (77)
Algunos de ellos trabucan con sus lenguas la Escritura para que creáis que está en la Escritura lo que no está en la Escritura, diciendo que viene de Alá, siendo así que n o viene de Alá. Mienten contra Alá a sabiendas. (78)
No está bien que un mortal a quien Alá da la Escritura, el jucio y el profetismo, vaya diciendo a la gente: «¡Sed siervos míos y no de Alá!» Antes bien: «¡Sed maestros, puesto que enseñáis la Escritura y la estudiáis!» (79)
Alá no os ordena que toméis como señores a los ángeles y a los profetas. ¿Es que iba a ordenaros que fuerais infieles, después de haberos sometido a Él? (80)
Y cuando Alá concertó un pacto con los profetas: «Cuando venga a vosotros un Enviado que confirme lo que de Mí hayáis recibido comoEscritura y como Sabiduría. habéis de creer en él y auxiliarle». Dijo: «¿Estáis dispuestos a aceptar mi alianza con esa condición?» Dijeron: «Estamos dispuestos». Dijo:«Entonces, ¡sed testigos! Yo también. con vosotros, soy testigo». (81)
Quienes, después de esto, vuelvan la espalda serán los perversos. (82)
¿Desearían una religión diferente de la de Alá, cuando los que están en los cielos y en la tierra se someten a Él de grado o por fuerza? Y serán devueltos a Él. (83)
Di «Creemos en Alá y en lo que se nos ha revelado, en lo que se ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él». (84)
Si alguien desea una religión diferente del islam, no se le aceptará y en la otra vida será de los que pierdan. (85)
¿Cómo va Alá a dirigir a un pueblo que ha dejado de creer después de haber creído, de haber sido testigo de la veracidad del Enviado y de haber recibido las pruebas claras? Alá no dirige al pueblo impío. (86)
Esos tales incurrirán, como retribución, en la maldición de Alá, de los ángeles y de los hombres, en la de todos ellos. (87)
Eternos en ella, no se les mitigará el castigo, ni les será dado esperar. (88)
Serán exceptuados quienes, después de eso, se arrepientan y se enmienden. Alá es indulgente, misericordioso. (89)
A quienes dejen de creer, después de haber creído, y luego se obstinen en su incredulidad, no se les aceptará el arrepentimiento. Ésos son los extraviados. (90)
Si uno que no cree muere siendo infiel, aunque ofrezca como precio de rescate la tierra llena de oro, no se le aceptará. Esos tales tendrán un castigo doloroso y no encontrarán quienes les auxilien. (91)
No alcanzaréis la piedad auténtica mientras no gastéis algo de lo que amáis. Y Alá conoce bien cualquier cosa que gastáis. (92)
Antes de que fuera revelada la Tora, todo alimento era lícito para los Hijos de Israel, salvo lo que Israel se había vedado a sí mismo. Di: «Si es verdad lo que decís., ¡traed la Tora y leedla!», (93)
Quienes, después de eso, inventen la mentira contra Alá, ésos son los impíos. (94)
Di: «Alá ha dicho la verdad. Seguid, pues, la religión de Abraham, que fue hanif y no asociador». (95)
La primera Casa erigida para los hombres es, ciertamente, la de Bakka, casa bendita y dirección para todos. (96)
Hay en ella signos claros. Es el lugar de Abraham y quien entre en él estará seguro. Alá ha prescrito a los hombres la peregrinación a la Casa, si disponen de medios. Y quien no crea... Alá puede prescindir de las criaturas. (97)
Di: «¡Gente de la Escritura !¿Por qué no creéis en los signos de Alá? Alá es testigo de lo que hacéis». (98)
Di: «¡Gente de la Escritura !¿Por qué desviáis a quien cree del camino de Alá, deseando que sea tortuoso, siendo así que sois testigos? Alá está atento a lo que hacéis». (99)
¡Creyentes! Si obedecéis a algunos de los que han recibido la Escritura, harán que, luego de haber creído, no creáis. (100)
¿Cómo podéis dejar de creer si se os recitan las aleyas de Alá y Su Enviado se halla entre vosotros? Quien se aferre a Alá será dirigido a una vía recta. (101)
¡Creyentes! Temed a Alá con el temor que Le es debido y no muráis sino como musulmanes. (102)
Aferraos al pacto de Alá, todos juntos, sin dividiros. Recordad la gracia que Alá os dispensó cuando erais enemigos: reconcilió vuestros corazones y, por Su gracia, os transformasteis en hermanos; estabais al borde de un abismo de fuego y os libró de él. Así os explica Alá Sus signos. Quizás, así, seáis bien dirigidos. (103)
¡Que constituyáis una comunidad que llame al bien, ordenando lo que está bien y prohibiendo lo que está mal! Quienes obren así serán los que prosperen. (104)
¡No seáis como quienes, después de haber recibido las pruebas claras, se dividieron y discreparon! Esos tales tendrán un castigo terrible (105)
el día que unos rostros estén radiantes y otros hoscos. A aquéllos cuyos rostros estén hoscos: «¿Habéis dejado de creer luego de haber creído? Pues ¡gustad el castigo por no haber creído!» (106)
En cuanto a aquéllos cuyos rostros estén radiantes, gozarán eternamente de la misericordia de Alá. (107)
Éstas son las aleyas de Alá, que te recitamos conforme a la verdad. Alá no quiere la injusticia para las criaturas. (108)
De Alá es lo que está en los cielos y en la tierra. Todo será devuelto a Alá. (109)
Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Alá. Si la gente de la Escritura creyera, les iría mejor. Hay entre ellos creyentes, pero la mayoría son perversos. (110)
Os dañarán, pero poco. Y si os combaten, os volverán la espalda. Luego, no seles auxiliará. (111)
Han sido humillados dondequiera que se ha dado con ellos, excepto los protegidos por un pacto con Alá o por un pacto con los hombres. Han incurrido en la ira de Alá y les ha señalado la miseria. Por no haber creído en los signos de Alá y por haber matado a los profetas sin justificación. Por haber desobedecido y violado la ley. (112)
No todos son iguales. Entre la gente de la Escritura hay una comunidad honrada: durante la noche, recitan las aleyas de Alá y se prosternan, (113)
creen en Alá y en el último Día, ordenan lo que está bien, prohiben lo que está mal y rivalizan en buenas obras. Esos tales son de los justos. (114)
No se les desagradecerá el bien que hagan. Alá conoce bien a los que Le temen. (115)
A quienes no crean, ni su hacienda ni sus hijos les servirán de nada frente a Alá. Esos tales morarán en el Fuego eternamente. (116)
Lo que gastan en la vida de acá es semejante a un viento glacial que bate la cosecha de gente que se ha dañado a sí misma y la destruye. No es Alá quien ha sido injusto con ellos, sino que ellos lo han sido consigo mismos. (117)
¡Creyentes! No intiméis con nadie ajeno a vuestra comunidad. Si no, no dejarán de dañaros. Desearían vuestra ruina. El odio asomó a sus bocas, pero lo que ocultan sus pechos es peor. Os hemos explicado las aleyas. Si razonarais... (118)
Vosotros, bien que les amáis, pero ellos no os aman. Vosotros creéis en toda la Escritura... Ellos, cuando os encuentran, dicen: «¡Creemos!» pero, cuando están a solas, se muerden las puntas d e los dedos, de rabia contra vosotros. Di:«¡Morid de rabia!» Alá sabe bien lo que encierran los pechos. (119)
Si os sucede un bien. les duele; si os hiere un mal, se alegran. Pero, si tenéis paciencia y teméis a Alá, sus artimañas no os harán ningún daño. Alá abarca todo lo que hacen. (120)
Y cuando dejaste por la mañana temprano a tu familia para asignar a los creyentes sus puestos de combate. Alá todo lo oye, todo lo sabe. (121)
Cuando dos de vuestras tropas proyectaron abandonar, a pesar de ser Alá su Amigo. ¡Que los creyentes confíen en Alá! (122)
Alá, ciertamente, os auxilió en Badr cuando erais humillados. ¡Temed a Alá! Quizás, así, seáis agradecidos. (123)
Cuando decías a los creyentes: «¿No os basta que vuestro Señor os refuerce con tres mil ángeles enviados abajo? (124)
¡Pues sí! Si tenéis paciencia y teméis a Alá, si os acometen así de súbito, vuestro Señor os reforzará con cinco mil ángeles provistos de distintivos». (125)
Alá no lo hizo sino como buena nueva para vosotros y para que, con ello, se tranquilizaran vuestros corazones -la victoria no viene sino de Alá, el Poderoso, el Sabio-, (126)
para despedazar a los que no creían o derrotarlos y que regresaran, así, decepcionados. (127)
No es asunto tuyo si Él se vuelve a ellos o les castiga. Han obrado impíamente. (128)
De Alá es lo que está en los cielos y en la tierra. Perdona a quien Él quiere y castiga a quien Él quiere. Alá es indulgente, misericordioso. (129)
¡Creyentes! ¡No usureéis, doblando una y otra vez! ¡Y temed a Alá! Quizás, así, prosperéis. (130)
¡Y temed el fuego preparado para los infieles! (131)
¡Y obedeced a Alá y al Enviado!; Quizás, así, se os tenga piedad. (132)
¡Y apresuraos a obtener el perdón de vuestro Señor y un Jardín tan vasto como los cielos y la tierra, que ha sido preparado para los temerosos de Alá, (133)
que dan limosna tanto en la prosperidad como en la adversidad, reprimen la ira, perdonan a los hombres -Alá ama a quienes hacen el bien-, (134)
que, si cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Alá, piden perdón por sus pecados -¿y quién puede perdonarlos pecados sino Alá?- y no reinciden a sabiendas! (135)
Su retribución será el perdón de su Señor y jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente. ¡Qué grata es la recompensa de los que obran bien! (136)
Antes de vosotros han ocurrido casos ejemplares. ¡Id por la tierra y mirad cómo terminaron los desmentidores! (137)
Ésta es una explicación para los hombres, dirección, exhortación para los temerosos de Alá. (138)
¡No os desaniméis ni estéis tristes, ya que seréis vosotros quienes ganen! Si es que sois creyentes... (139)
Si sufrís una herida, otros han sufrido una herida semejante. Nosotros hacemos alternar esos días entre los hombres para que reconozca Alá a quienes crean y tome testigos de entre vosotros -Alá no ama a los impíos-, (140)
para que pruebe Alá a los creyentes y extermine a los infieles. (141)
O ¿creéis que vais a entrar en el Jardín sin que Alá haya sabido quiénes de vosotros han combatido y quiénes han tenido paciencia? (142)
Sí, deseabais la muerte antes de encontrarla. Ya la habéis visto, pues, con vuestros propios ojos. (143)
Mahoma no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados. Si, pues, muriera o le mataran, ¿ibais a volveros atrás? Quien se vuelva atrás no causará ningún daño A Alá. Y Alá retribuirá a los agradecidos. (144)
Nadie puede morir sino con permiso De Alá y según el plazo fijado. A quien quiera la recompensa dela vida de acá, le daremos de ella. Y a quien quiera la recompensa de la otra vida, le daremos de ella. Y retribuiremos a los agradecidos. (145)
¡Qué de profetas ha habido, junto a los cuales combatieron muchas miriadas, y no se descorazonaron por los reveses padecidos por Alá, no flaquearon, no cedieron! Alá ama a los tenaces. (146)
No decían más que:«¡Señor! ¡Perdónanos nuestros pecados y los excesos que hemos cometido! ¡Afirma nuestros pasos! ¡Auxílianos contra el pueblo infiel!» (147)
Alá les dio la recompensa de la vida de acá y la buena recompensa de la otra. Alá ama a quienes hacen el bien. (148)
¡Creyentes! Si obedecéis a quienes no creen, os harán retroceder y regresaréis habiendo perdido. (149)
¡No! Alá es vuestro Protector y el Mejor de los auxiliares. (150)
Infundiremos el terror en los corazones de los que no crean, por haber asociado a Alá algo a lo que Él no ha conferido autoridad. Su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la mansión de los impíos! (151)
Alá ha cumplido la promesa que os hizo cuando, con Su permiso, les vencíais, hasta que, por fin, flaqueasteis, discutisteis sobre el particular y desobedecisteis, después de haberos Él dejado ver l a victoria que queríais. -De vosotros unos desean la vida de acá y otros desean la otra vida-. Luego, hizo que os retirarais de ellos para probaros. Ciertamente, os ha perdonado. Alá dispensa su favor a los creyentes. (152)
Cuando subíais sin preocuparos de nadie, mientras que el Enviado os llamaba a retaguardia. Os atribulaba una y otra vez para que no estuvierais tristes por lo que se os había escapado ni por lo que os había ocurrido. Alá está bien informado de lo que hacéis. (153)
Luego, pasada la tribulación, hizo descender sobre vosotros seguridad: un sueño que venció a algunos de vosotros. Otros, en cambio, preocupados tan sólo por su suerte y pensando de Alá equivocadamente, a la manera de los paganos, decían: «¿Tenemos nosotros algo que ver con esto?» Di: «Todo está en manos De Alá». Ocultan para sí lo que no te manifiestan. Dicen: «Si hubiera dependido de nosotros, no habríamos tenido muertos aquí» Di: «También. si os hubierais quedado en casa, la muerte habría sorprendido en sus lechos a aquéllos de quienes estaba ya escrita. Alá ha hecho esto para probar lo que hay en vuestros pechos y purificar lo que hay en vuestros corazones. Alá sabe bien lo que encierran los pechos». (154)
Si algunos de los vuestros huyeron el día que se encontraron los dos ejércitos, fue porque el Demonio les hizo caer por alguna culpa que habían cometido. Pero Alá les ha perdonado ya. Alá es indulgente, benigno. (155)
¡Creyentes! ¡No seáis como quienes no creen y dicen de sus hermanos que están de viaje o de incursión: «Si se hubieran quedado con nosotros, no habrían muerto o no les habrían matado»! ¡Haga Alá que les pese esto en sus corazones! Alá da la vida y dala muerte. Alá ve bien lo que hacéis. (156)
Y si sois muertos por Alá o morís de muerte natural, el perdón y misericordia de Alá son mejores que lo que ellos amasan. (157)
Si morís de muerte natural o sois muertos, seréis, si, congregados hacia Alá. (158)
Por una misericordia venida de Alá, has sido suave con ellos. Si hubieras sido áspero y duro de corazón, se habrían escapado de ti. ¡Perdónales, pues, y pide el perdón de Alá en su favor y consúltales sobre el asunto! Pero, cuando hayas tomado una decisión. confía en Alá. Alá ama a los que confían en Él. (159)
Si Alá os auxilia, no habrá nadie que pueda venceros. Pero, si os abandona, ,¿quién podrá auxiliaros fuera de Él? ¡Que los creyentes confíen en Alá! (160)
No es propio de un profeta el cometer fraude. Quien defraude llevará lo defraudado el día de la Resurrección. Luego, cada uno recibirá su merecido. Y no serán tratados injustamente. (161)
¿Es que quien busca agradar a Alá es como quien incurre en la ira de Alá y tiene por morada la gehena? ¡Qué mal fin...! (162)
Estarán por categorías junto a Alá. Alá ve bien lo que hacen. (163)
Alá ha agraciado a los creyentes al enviarles un Enviado salido de ellos, que les recita Sus aleyas, les purifica y les enseña la Escritura y la Sabiduría. Antes estaban evidentemente extraviados. (164)
¿Cómo, cuando os sobreviene una desgracia, después de haber infligido el doble de aquélla, decís aún:«¿De dónde viene esto?» Di: «De vosotros mismos». Aláes omnipotente. (165)
Y lo que os pasó el día que se encontraron los dos ejércitos fue porque lo permitió Alá y para que supiera quiénes eran los creyentes (166)
y quiénes los hipócritas. Se les dijo: «¡Vamos! ¡Combatid por Alá o rechazad al enemigo!» Dijeron: «Si supiéramos combatir, os seguiríamos». Aquel día estaban más cerca de la incredulidad que de la fe. Dicen con la boca lo que no tienen en el corazón. Pero Alá sabe bien lo que ocultan. (167)
Son ellos quienes, mientras se quedaban en casa, decían de sus hermanos: «Si nos hubieran escuchado, no les habrían matado». Di: «¡Apartad, pues la muerte de vosotros, si es verdad lo que decís» (168)
Y no penséis que quienes han caído por Alá hayan muerto. ¡Al contrario! Están vivos y sustentados junto a su Señor. (169)
contentos por el favor que Alá les ha hecho y alegres por quienes aún no les han seguido, porque no tienen que temer y no estarán tristes, (170)
alegres por una gracia y favor de Alá y porque Alá no deja de remunerar a los creyentes. (171)
A quienes escucharon a Alá y al Enviado, luego de la herida recibida, a quienes, entre ellos, hicieron el bien y temieron a Alá, se les reserva una magnífica recompensa. (172)
A aquéllos a quienes se dijo: «La gente se ha agrupado contra vosotros, ¡tenedles miedo!», esto les aumentó la fe y dijeron: «Alá nos basta! ¡Es un protector excelente!» (173)
Y regresaron por una gracia y favor de Alá, sin sufrir mal. Buscaron la satisfacción de Alá. Y Alá es el Dueño del favor inmenso. (174)
Así es el Demonio: hace tener miedo de sus amigos. Pero, si sois creyentes, no tengáis miedo de ellos, sino de Mí. (175)
Que no te entristezca ver a quienes se precipitan en la incredulidad. No podrán causar ningún daño a Alá. Alá no quiere darles parte en la otra vida. Tendrán un castigo terrible. (176)
Quienes compren la incredulidad con la fe no causarán ningún daño a Alá y tendrán un castigo doloroso. (177)
Que no piensen los infieles que el que les concedamos una prórroga supone un bien para ellos. El concedérsela es para que aumente su pecado. Tendrán un castigo humillante. (178)
No va Alá a dejar a los creyentes en la situación en que os halláis hasta que distinga al malo del bueno. Ni va Alá a enteraros de lo oculto. Pero Alá elige de entre Sus enviados a quien Él quiere. Creed, pues, en Alá y en Sus enviados. Si creéis y teméis a Alá, tendréis una magnífica recompensa. (179)
Que no crean quienes se muestran avaros del favor recibido de Alá que eso es bueno para ellos. Al contrario, es malo. El día de la Resurrección llevarán a modo de collar el objeto de su avaricia. L a herencia de los cielos y de la tierra pertenece a Alá. Alá está bien informado de lo que hacéis. (180)
Alá ha oído las palabras de quienes han dicho.«Alá es pobre y nosotros somo ricos». Tomaremos nota de lo que han dicho y de que han matado a los profetas sin justificación. Y les diremos: «¡Gustad el castigo del fuego de la gehena! (181)
Esto es lo que vuestras obras han merecido, que Alá no es injusto con Sus siervos». (182)
Esos mismos han dicho:«Alá ha concertado una alianza con nosotros: que no creamos en ningún enviado hasta tanto que nos traiga una oblación que el fuego consuma». Di: «Antes de mí, otros enviados os trajeron las pruebas claras y lo que habéis pedido. ¡Por qué, pues, les matasteis, si es verdad lo que decís?» (183)
Y si te desmienten, también fueron desmentidos otros enviados antes de ti, que vinieron con las pruebas claras, las Escrituras y la Escritura luminosa. (184)
Cada uno gustará la muerte, pero no recibiréis vuestra recompensa íntegra hasta el día dela Resurrección. Habrá triunfado quien sea preservado del Fuego e introducido en el Jardín. La vida de acá no es más que falaz disfrute. (185)
Seréis, ciertamente, probados en vuestra hacienda y en vuestras personas. Y oiréis, ciertamente, muchas cosas malas de aquéllos que han recibido la Escritura antes de vosotros y de los asociadores ; pero, si sois pacientes y teméis a Alá, eso sí que es dar muestras de resolución. (186)
Cuando Alá concertó un pacto con los que habían recibido la Escritura: «Tenéis que explicársela a los hombres, no se la ocultéis». Pero se la echaron a la espalda y la malvendieron. ¡Qué mal negocio...! (187)
No creas, no, que quienes se alegran delo que han hecho y gustan de ser alabados por lo que han dejado de hacer, no creas, no, que vayan a librarse del castigo. Tendrán un castigo doloroso. (188)
El dominio de los cielos y dela tierra pertenece a Alá. Alá es omnipotente. (189)
En la creación de los cielos y de la tierra y en la sucesión de la noche y el día hay, ciertamente, signos para los dotados de intelecto. (190)
que recuerdan a Alá de pie, sentados o echados, y que meditan en la creación de los cielos y de la tierra:«¡Señor! No has creado todo esto en vano ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castigo del Fuego!». (191)
¡Señor! Tú cubres de oprobio a quien introduces en el Fuego. Los impíos no tendrán quien les auxilie. (192)
¡Señor! ;Hemos oído a uno que llamaba a la fe: «¡Creed en Vuestro Señor!» y hemos creído. ¡Señor!¡ Perdónanos nuestros pecados! ¡Borra nuestras malas obras y recíbenos. cuando muramos, entre los justos! (193)
¡Y danos, Señor, lo que nos has prometido por Tus enviados y no nos cubras de oprobio el día de la Resurrección! Tú no faltas a Tu promesa. (194)
Su Señor escuchó su plegaria: «No dejaré que se pierda obra de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra, que habéis salido los unos de los otros. He de borrar las malas obras de quienes emigraron y fueron expulsados de sus hogares, de quienes padecieron por causa Mía, de quienes combatieron y fueron muertos, y he de introducirles en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos: recompensa de Alá». Alá tiene junto a Sí la bella recompensa. (195)
¡Que no te desconcierte ver a los infieles yendo de acá para allá por el país! (196)
¡Mezquino disfrute! Luego, su morada será la gehena. ¡Qué mal lecho...! (197)
En cambio, quienes teman a su Señor tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente, como alojamiento que Alá les brinda. Y lo que hay junto a Alá es mejor para los justos. (198)
Hay entre la gente de la Escrituraquienes creen en Alá y en la Revelación hecha a vosotros y a ellos. Humildes ante Alá, no han malvendido los signos de Alá. Esos tales tendrán su re compensa junto a su Señor. Alá es rápido en ajustar cuentas. (199)
¡Creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed firmes! ¡Temed a Alá! Quizás así, prosperéis. (200)