Oficina de enlace del Gran Ayatolá Sayyid Ali Al Sistani (L.M.H.L) en Londres, Europa, América del Norte y del Sur.

Los que arrancan (An naziat)

¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

¡Por los que arrancan violentamente! (1)

¡Por los que van rápidamente! (2)

¡Por los que nadan libremente! (3)

¡Por los que van a la cabeza! (4)

¡Por los que llevan un asunto! (5)

El día que ocurra el temblor, (6)

sucedido por el siguiente, (7)

ese día, los corazones se estremecerán, (8)

se humillarán las miradas. (9)

Dicen: «¿Es verdad que seremos restituidos a nuestra primera condición, (10)

luego de convertirnos en pútridos huesos?» (11)

Dicen: «¡Sería un retorno pernicioso!» (12)

No habrá más que un solo Grito (13)

y ¡helos despiertos! (14)

¿Te has enterado de la historia de Moisés? (15)

Cuando su Señor le llamó en el valle sagrado de Tuwa: (16)

«Ve a Faraón. Se ha excedido. (17)

Y di: ´¿Estás dispuesto a purificarte (18)

y a que te dirija a tu Señor y, así, tengas miedo?» (19)

Le mostró el signo tan grande. (20)

Pero él desmintió y desobedeció. (21)

Luego, volvió la espalda bruscamente. (22)

Y convocó y dirigió una proclama. (23)

Dijo: «Soy yo vuestro altísimo Señor». (24)

Alá le infligió el castigo de la otra vida y de ésta. (25)

Hay en ello, sí, motivo de reflexión para quien tenga miedo de Alá. (26)

¿Sois vosotros más difíciles de crear que el cielo que él ha edificado? (27)

Alzó su bóveda y le dio forma armoniosa. (28)

Obscureció la noche y sacó la mañana. (29)

Extendió, luego, la tierra, (30)

sacó de ella el agua y los pastos, (31)

fijó las montañas. (32)

Para disfrute vuestro y de vuestros rebaños. (33)

Pero, cuando venga la tan grande Calamidad, (34)

el día que recuerde el hombre sus esfuerzos (35)

y se haga aparecer el fuego de la gehena a quien pueda ver, (36)

quien se haya mostrado rebelde (37)

y preferido la vida de acá (38)

tendrá por morada el fuego de la gehena, (39)

mientras que quien haya temidoí comparecer ante su Señor y preservado su alma de la pasión (40)

tendrá el Jardín por morada. (41)

Te preguntan por la Hora: «¿Cuándo sucederá?» (42)

¡No te ocupes tú de eso! (43)

A tu Señor Le toca fijarla. (44)

¡Tú sólo tienes que advertir a quien tiene miedo de ella! (45)

El día que la vivan, les parecerá no haber permanecido más de una tarde o de una mañana. (46)